Según
informes secretos revelados por Wikileaks, los documentos contienen códigos fuente y datos
técnicos sobre distintos proyectos y herramientas, las cuales muestran que la
CIA lleva a cabo un programa de espionaje a dispositivos de uso doméstico.
WikiLeaks considera Vault-7 como «la mayor filtración de datos de inteligencia
de la historia». Se trata de informes que han ido pasando de mano en mano entre
varios hackers al servicio del Gobierno de EE UU y contratistas de Defensa, lo
cual demuestra no solo que la agencia de espionaje había perdido el control de
la información, sino que cuenta con importantes fallos de seguridad.
UN EJÉRCITO
DE 5.000 HACKERS
Los informes
filtrados corresponden a los años 2013 a 2016, y esta vez no revelan sistemas
de espionaje a gran escala, como los que dio a conocer Edward Snowden sobre la
NSA, sino herramientas para espiar a personas concretas. En palabras de Alan
Woodward, asesor de Europol y antiguo colaborador de los servicios de
inteligencia británicos, «la mayoría de lo filtrado se refiere a espionaje
selectivo y no a vigilancia masiva». En definitiva, se trata de «armas
electrónicas» que los hackers de la CIA emplean para investigar a un individuo
concreto.
Primero se identifica al sujeto y luego se trata de acceder a su
teléfono y ordenador. Dependiendo de las marcas y modelos de los dispositivos
que emplee, se usarán unas herramientas
u otras. La información publicada muestra, sin ninguna duda, que la CIA posee
una colección de aplicaciones para hackear prácticamente cualquier cosa que
esté conectada a Internet.
Según revela
WikiLeaks, la CIA cuenta con una división llamada Centro para Ciber-Inteligencia (CCI por sus siglas en inglés), en
la cual trabajan unas 5.000 personas que se dedican a la creación de malware y
spyware, esto es, aplicaciones que abren
agujeros de seguridad en los dispositivos electrónicos, insertan códigos
maliciosos y espían. Los empleados del CCI están divididos por ramas o
proyectos, que abarcan cualquier aspecto informático concebible: Rama de
Desarrollo Remoto, Rama de Desarrollo Embebido, Soporte Operacional, Rama de
Desarrollo para Móviles, Rama de Implantación Automática, etc.
Uno de los
proyectos más llamativos se denomina Weeping
Angel (Ángel Llorón), y consiste en un desarrollo informático para acceder
a la serie F (modelo de 2013) de los televisores Samsung SmartTV. Creado en
colaboración con el MI5 (servicio secreto británico), consiste en un virus que
configura el televisor en modo de «falso apagado», de tal forma que el usuario
piense que su televisión está apagada, pero en la realidad los hackers de la
CIA y el MI5 pueden estar grabando las conversaciones a través del aparato y
luego acceder a ellas mediante Internet.
Este proyecto ejemplifica que los
servicios secretos están adaptándose perfectamente a un escenario tecnológico
como el actual, donde cada vez tenemos más asistentes por voz, como el famoso
Siri de Apple, Cortana en Windows, Alexa en Amazon o Google Now. Todos ellos se
basan en dar órdenes orales a un terminal que, por tanto, necesita estar
conectado a Internet y disponer de un micrófono para grabar audio.
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